Os dramas de Santa Catarina
Texto: IELA
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Haiti y los cadaveres de la MINUSTAH
Por Wooldy Edson Louidor
15.09.2009 – Durante el mes de agosto del presente año, la misión de la Organización de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (MINUSTAH) ha sido
nuevamente objeto de múltiples denuncias por maltratos, robos y homicidio
que habrían cometido sus cascos azules contra ciudadanos haitianos en
barrios populares de Puerto Príncipe y en la frontera haitiano-dominicana.
Las denuncias han sido expresadas por organizaciones de derechos humanos en
el país, así como por autoridades locales de la frontera haitiano-dominicana
y habitantes de barrios populares de la Capital del país.
Estas denuncias intensifican cada vez más en la sociedad haitiana el amplio
movimiento que exige la salida del país de la misión de estabilización que
organizaciones sociales y estudiantes de la Universidad del Estado de Haití
califican de “fuerza de ocupación”.
*La MINUSTAH acusada de cometer actos de violencia y de robo en Cité Soleil*
El pasado 14 de agosto los responsables de la Federación de practicantes del
Vudú de Cité Soleil (FEVOCS) denunciaron ante medios de comunicación de la
Capital haitiana los actos de violencia e incluso de robo que estarían
cometiendo los cascos azules de la MINUSTAH en el barrio más grande de
Puerto Príncipe.
“Además del hecho de que la gente de Cité Soleil es brutalmente requisada
(por los casco azules) sin razón aparente, se les roba su dinero”,
declararon dos altos miembros de la organización FEVOCS, basada en este
barrio que es considerado como uno de los más peligrosos del país.
Revelaron además que los cascos azules entraron en una casa de empeño en la
zona y se llevaron joyerías y otros objetos de valor que había allí.
A pesar de que la MINUSTAH “empezó a realizar un buen trabajo que contribuyó
a restablecer la tranquilidad en Cité Soleil”, reconocieron, ya se está
convirtiendo en una fuerza de ocupación que “no arresta a nadie, pero te
golpea sin que hayas cometido ningún delito”, matizaron.
*Acusada también de homicidio en la ciudad fronteriza de Lascahobas*
Miembros de MINUSTAH fueron acusados también de haber asesinado, el pasado 5
de agosto, a un joven de 26 años durante una manifestación que la población
de la ciudad fronteriza haitiana de Lascahobas realizaba para reclamar el
restablecimiento de los servicios de electricidad.
Los cascos azules llegaron al lugar de la protesta y dispararon con armas de
fuego contra los manifestantes quienes replicaban tirando piedras, según los
testimonios de una organización local de derechos humanos, la Red Fronteriza
Jano Siksè.
De esa confrontación entre los cascos azules y los manifestantes resultó
muerto el joven Ricardo Morette a pesar de la atención que le brindó el
personal médico del centro de salud de Lascahobas. Cerca de otros diez
manifestantes, todos jóvenes, salieron heridos de esta intervención de la
MINUSTAH calificada de “desproporcionada” por los militantes de la RFJS..
En un primer momento, la MINUSTAH negó que hubiera un muerto luego de los
incidentes en Lascahobas. Sin embargo, cuando el alcalde de la ciudad,
Gérald Joseph, refutó la negación de la MINUSTAH, confirmando que una
persona resultó muerta y varias otras heridas durante la intervención de los
cascos azules en Lascahobas, integrantes de la misión de la ONU se
dirigieron a la morgue donde estaba el cadáver del joven Morette para
recuperarlo y elaborar una autopsia, informó en un comunicado el Grupo de
Apoyo a Repatriados y Refugiados (GARR) que trabaja en la frontera
haitiano-dominicana.
A pesar de la oposición de las autoridades locales ante la insistencia de la
MINUSTAH, los cascos azules lograron conseguir el cadáver. No obstante, el
informe de la autopsia fue negado al abogado de la familia del muerto,
manifestó el GARR con indignación.
La MINUSTAH simplemente informó a los padres del muerto que ninguna bala se
había encontrado en el cadáver de su hijo, contrariamente a lo que había
revelado anteriormente el personal médico que atendió al joven antes de su
muerte.
En ese contexto, el GARR pidió que se haga una investigación independiente
para esclarecer este caso y que se dé un acompañamiento legal y humanitario
a las víctimas de las intervenciones de la MINUSTAH.
En una conferencia de prensa dada la semana pasada, la MINUSTAH sostuvo que
fue el comisario de gobierno quien solicitó la autopsia. Esta fue hecha por
un médico forense asociado al Instituto médico-legal. La misión de la ONU
anunció también que la PNH había abierto una investigación para buscar al
autor de ese crimen para traducirlo delante de la justicia.
Estos argumentos están lejos de convencer a las organizaciones de derechos
humanos y las autoridades locales de Lascahobas que siguen pidiendo justicia
y reparación para las víctimas.
Recordemos que, hace 3 años, un joven de 17 años murió en Ouanaminthe, en la
frontera Norte de Haití en circunstancias semejantes. El joven participaba
en una manifestación que realizaba la población para oponerse a que
enterraran en una fosa común de Ouanaminthe los cadáveres de 24 migrantes
haitianos que murieron en un camión cuando intentaban entrar irregularmente
a República Dominicana el 11 de enero de 2006. Los manifestantes pedían un
poco de respeto por la dignidad de las víctimas, de sus familias y del
pueblo haitiano. Los soldados de la MINUSTAH intervinieron brutalmente en la
manifestación, causando la muerte del joven.
En un primer momento, la MINUSTAH negó haber matado al joven; pero luego, la
fuerza multinacional se apoderó del cadáver y lo hizo autopsiar. Hasta
ahora, la familia del joven, la población de Ouanaminthe y la opinión
pública esperan los resultados de la autopsia.
Este es el mismo caso de Robenson Laraque, un joven periodista de la radio
privada Tele Contact ubicada en la ciudad de Petit-Goave, que murió el 7 de
abril de 2005 luego de haber recibido una bala durante una confrontación
entre las fuerzas de las Naciones Unidas y los ex miembros de las Fuerzas
Armadas de Haití.
“Los testigos dijeron que fueron los soldados de la MINUSTAH que dispararon
contra él”, informó Guyler C. Delva, presidente de la Comisión de apoyo a
las investigaciones sobre los asesinatos de periodistas (CIAPEAJ), quien
exige que “la MINUSTAH diga qué fue lo que pasó porque estuvo en el lugar”.