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El premio Nobel de la guerra.

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Por IELA em 22 de outubro de 2009

Por Umberto Mazzei

22.10.2009- ¿Qué cosa beben en el Comité Nobel de Oslo?
Debe ser algo poderoso, porque perdieron todo contacto con la realidad.
¡El premio Nobel de la Paz al Comandante en Jefe del ejército que más
violencia reparte a lo largo del planeta! Es peor que absurdo; es una burla
cruel a las víctimas, a los “daños colaterales”, a los países destruidos. Es
un intento de legitimar matanzas y torturas, esas guerras ilegales que Mr.
Obama continúa. Esta vez no se habló de los candidatos como sucede siempre
–si es que hubo otros- pero cualquier otra persona estuvo más calificada.
Sospechamos que Obama fue postulado por el Pentágono, donde aún manda el
Secretario de Defensa de George W. Bush, el mismo Robert Gates que el
Presidente Obama confirmó.
Mr. Gates que continúa la “Guerra Global contra el Terrorismo”, esa
violencia sin límites desencadenada por la Administración Bush, con el
pretexto fantástico de un mundo lleno de malvados conspiradores al asecho.
Una visión paranoica, que Mr. Obama reiteró en Afganistán e Irak y que
expandió oficialmente a Pakistán.
Es cierto que existen bandas terroristas -y algunas bajo patrocinio de
Estados Unidos- pero el mundo civilizado las combate con la policía. El
atentado real contra la paz mundial es usar el terrorismo como pretexto para
invadir y ocupar tierras ajenas y lejanas. Cuando el Sr. Obama endosa la
guerra en Afganistán como “necesaria”, significa que continuará el asesinato
con bombas y misiles a enteras familias de labriegos afganos –y paquistanos
ahora- porque amenazan la seguridad de Estados Unidos. Asesinados sin
remordimiento por un sargento que juega con aviones sin piloto, desde una
base en Florida o Missouri. Muertos por “justa causa”, aunque sea fabricada,
según la centenaria tradición de moral inquisitorial anglo-americana.
Si el Comité Nobel de Oslo quería dar un premio a Mr. Obama, hubiera sido
más adecuado ensayar con un Premio Nobel de la Guerra. Nadie tendría más
méritos que quien comanda las tropas de mayor violencia mundial y que
preside el país que tiene el mayor presupuesto bélico, la más grande
industria de armamentos y que es el mayor exportador de armas. Esas son
responsabilidades heredadas, es cierto, pero el Presidente Obama las asumió
con obvia fidelidad y en sólo 10 meses ya ha creado algunas cuyo mérito es
suyo.
Hagamos un recuento. Hay novedades belicosas indiscutibles y notorias,
titulares de la prensa norteamericana, de las que es responsable la
Administración Obama.
Afganistán. El Presidente Obama anunció –en marzo- que aumentaría en
20 mil soldados las tropas norteamericanas en Afganistán. Hace una semana se
supo que enviará otros 13 mil más. No se sabe aún si son 35 o
45 mil los jóvenes norteamericanos que sumará a los 68 mil pares de botas
NATO que pisan allí, pero si sabemos que se aumentarán los ataques con los
aviones sin piloto (drones). Lo seguro es que Obama continuará en Afganistán
la destrucción y la muerte y que la paz no está en su agenda de “Nobel”.
Paquistán. (¡país aliado de EE. UU.!). Autorización oficial para extender la
guerra a territorio pakistaní y atacar con aviones norteamericanos
poblaciones paquistanas donde se suponga que hay talibanes, afganos o
paquistaníes. Centenares de hogares campesinos paquistaníes ya fueron
bombardeados por equivocación. Sorry. Irán. Sanciones aplicadas a Irán por
falsas acusaciones de violar el Acuerdo de No Proliferación de Armas
Nucleares. Amenazas constantes de ataque militar, porque Irán no renuncia al
derecho -que el acuerdo le otorga- de producir energía nuclear civil. Mala
fe notoria de Obama, cuando denunció como un centro nuclear clandestino las
instalaciones subterráneas, aún no funcionales, que Irán reportó a la
Agencia Internacional de Energía Nuclear (AIEN), en Viena, la semana
anterior y meses antes de lo que exige el acuerdo.
Sur América. Obama firmó, con Álvaro Uribe, un acuerdo para la instalación
de nueve bases norteamericanas en territorio colombiano. No hay alguna
amenaza militar a Estados Unidos en la región. El supuesto combate al
narcotráfico es un pretexto endeble, porque Estados Unidos ya controla la
totalidad del espacio aéreo colombiano. Estados Unidos tiene bases
enGuantánamo, Puerto Rico, Honduras, Colombia, Aruba y Curazao, que son
mucho más que suficientes. Las nuevas bases sólo pueden tener fines
ofensivos, por lo que Uribe no se atrevió a mostrar el acuerdo, que sigue
siendo secreto. Los objetivos más evidentes son Brasil y Venezuela. Brasil
por la Amazonia -que en algunos manuales norteamericanos figura como
administrada por Estados Unidos- y por los nuevos yacimientos de petróleo en
su plataforma continental. Venezuela, tanto por la independencia del
gobierno popular del indómito Hugo Chávez, como por sus vastas reservas
petroleras.
Armas en el Espacio. Con Obama continúa la violación de los acuerdos sobre
el uso pacífico del Espacio. La nueva violación es la instalación del
llamado “Escudo de Defensa Misilística”, con el fin confeso permitir a
Estados Unidos un primer ataque nuclear sin temor a una retaliación también
nuclear. El “Escudo” es un intento de romper el equilibrio de horror que ha
impedido la guerra entre potencias nucleares. La retaliación a neutralizar
no puede ser otra que la de China, Rusia y Corea del Norte. También la de
Irán, que ha desarrollado mísiles convencionales que alcanzan a Israel.
Armas en el Mar. El proyecto de montar bases con radares y mísiles en
Polonia y República Checa fue abandonado por Obama, si, pero a favor de uno
que aumenta la capacidad ofensiva nuclear móvil con un mayor número de
submarinos ofensivos armados de mísiles nucleares.
Nuevas Armas de Destrucción Masiva. Bajo el “Nobel” Obama, se desarrolla el
diseño de nuevas armas químicas y biológicas y de bombas contra refugios
subterráneos. Bajo Obama continúa, en Gokona (Alaska) el programa (HAARP) de
su Fuerza Aérea para la guerra climática. Ante estos hechos, no podemos sino
asombrarnos cuando los señores de Oslo dicen que Obama le ha dado al mundo
“esperanza de un mejor futuro”.
Dicen que dieron “especial importancia a la visión de Obama y su trabajo por
un mundo sin armas nucleares” …y a sus “extraordinarios esfuerzos para
fortalecer la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos” …
y que “su diplomacia se basa en el concepto de que quienes dirigen el mundo
deben hacerlo en base a valores y actitudes que sean compartidas por la
mayoría de la población mundial”. Esto último asumimos que sea el Tercer
Mundo… China a la cabeza.
Conclusión
Darle el Premio Nobel de la Paz a Obama quiere decir que su retórica, su
paja, engañó al Comité que lo otorga o que los banqueros de Wall Street
también mandan en Oslo. Con su premio, el Comité Nobel de Oslo le ha dado a
Obama una luz verde para que siga agrediendo y matando. El mismo día que
recibió el Nobel, Obama se reunió en el Situation Room de la Casa Blanca (09
octubre) a discutir con sus más altos funcionarios un incremento de la
violencia en Afganistán, con el nombre de contrainsurgencia y construcción
de democracia. Es que es cambiarle el nombre a las cosas es tradición
centenaria de la propaganda anglo-norteamericana. El Premio Nobel de la Paz
quiere decir ahora Premio Nobel de la Guerra.
– Umberto Mazzei es doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de
Florencia. Ha sido profesor en temas económicos internacionales en
universidades de Colombia, Venezuela y Guatemala. Es Director del Instituto
de Relaciones Económicas Internacionales en Ginebra.

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