La perversidad del colonialismo y neocolonialismo de la civilización occidental

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Cuando vi a Milei con la motosierra en su mano y escuche sus intenciones de privatizar la economía de Argentina, pensé inmediatamente en las empresas estatales como la Y-TEC – que ya produce celdas de baterías – y en la Y-Litio, hijas de la empresa estatal YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales). No se me pasó por la mente el tema de la propiedad sobre la tierra y territorio donde yacen las reservas del litio. Es indudable que la Ley de Tierras de Argentina es un escollo para Milei, con sus Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) apunta a las propiedades de los hermanos originarios de Argentina. Tal vez caí en el cuento de hadas de la civilización occidental de que la propiedad se respeta. En eso, hay montón de ejemplos que demuestran que a los políticos de EE.UU. y de la Unión Europea les vale un carajo la propiedad de otros países. La G7 está discutiendo de cómo apropiarse de los más de 300 mil millones Dólares de activos rusos que dizque están congelados en sus bancos. En verdad hay una historia larga de embargos. Justo la nacionalización de YPF por Cristina Fernández de Kirchner fue objeto de un tratamiento jurídico en EE.UU. La jueza Loretta Preska, del Tribunal del Distrito Sur de Nueva York, condenó a Argentina a pagar US$16.100 millones. Sino pagan embargaran.

La perversidad de la cultura occidental

En eso debí saber que la esencia del colonialismo y del neocolonialismo es: el no respeto a ninguna forma de propiedad, sea está corporativa, estatal o privada. Con el colonialismo los actuales imperios del occidente robaron y se apoderaron de las tierras y territorios de sus colonias cometiendo genocidios y esclavizando a sus habitantes. Para ese asalto, bastó un tratado entre las monarquías de Castilla y Portugal para dividirse el mundo en fecha 7 de junio del año 1494 en Tordesillas. Mientras dominen el mundo siempre se reirán de cualquier acusación. ¿Qué paguen reparaciones por el trata de esclavos? A los poderosos, por ejemplo de la monarquía española, ni se les pasa por la mente hacerlo. La civilización occidental fue y sigue siendo perversa, basta ver lo que hacen con los palestinos en la Franja de Gasa. Cuando se abolió el esclavismo en Europa, no por ética sino porque ya no era rentable por la rebelión de los esclavos, allá por los años 80 del Siglo XIX, el gobierno británico prefirió pagar reparaciones a los propietarios de plantaciones en el Caribe, y los seguros a los traficantes de esclavos. Se sabe que un total de 12,5 millones de africanos fueron esclavizados a lo largo de tres siglos. Y no debemos olvidar la matanza de los más de 50 millones originarios en el Abya Yala. Los humanos del sur eran tratados como carga y seres inferiores. Durante el periodo del colonialismo campeo el racismo en la práctica y el pensamiento. Indican que la idea básica del seguro, la conversión de la incertidumbre en riesgo calculable, inventada en el siglo XVIII, se basó inicialmente en las matemáticas y fue producto de las ideas de la Ilustración europea. De ahí que no me extraña en absoluto que pensadores destacados como Kant eran defensores del racismo. Esclavismo y racismo fueron dos caras de la misma civilización occidental. Hoy no pueden negarlo que el capital financiero también surgió con el colonialismo. El racismo se mantiene.

El Estado es dueño de las propiedades

El neocolonialismo se asienta en los resultados del colonialismo. Uno de sus pilares es el robo de la propiedades comunales de tierra, territorio y agua de los pueblos originarios del sur. También las propiedades de mis abuelos fueron objeto de robo. La ilegalidad es legalizada por el neocolonialismo. En las tierras invadidas y tomadas violentamente yacen las preciadas materias primas, sin las cuales cualquier industria innovadora y potente no podrá mantenerse porque no será competitiva. Hoy en día vemos esa situación en el caso de Alemania. Europa tiene recursos naturales, pero su explotación es muy costosa. En el neocolonialismo la esencia de la civilización occidental es asegurar la propiedad de los poderosos del imperio. Esa es la razón por la que los políticos del norte global defienden sus “valores culturales” y el “orden basado en sus reglas”, las que fueron inventadas y amañadas durante el colonialismo y el post colonialismo. Los Estados de las Repúblicas refrendaron esas reglas. Ahora, los Estados son los dueños de todos los recursos que tiene en sus límites geográficos. Ojeen cualquiera Constitución delos Estados de Abya Yala, allí leyeran las facultades que tiene el Estado sobre sus recursos. En el caso chileno es patético esa relación, en su Artículo 640 del Código Civil está escrito en blanco y negro:

Para que los originarios se callen, sacaron la convención 169 de la OIT, que nos faculta ser consultados previamente en caso del uso de nuestras tierras. Mientras no tengamos el poder difícilmente podremos hacerlo cumplir por muy buena que sea la ley. De todas formas debemos apoyarles en su defensa.

Los instrumentos del imperialismo

Los imperios actuales del neocolonialismo tienen en su arsenal de intervención en otros países varios instrumentos (hard power o soft power), las conocidas son: invasión militar, golpes de estado, decisiones jurídicas, deudas, embargos y elecciones electores amañadas. Todas están dirigidas a tomar el poder o a mantener su influencia en los Estados del Sur. Una vez consumado ese objetivo, vean el ejemplo de Argentina, implementan políticas liberales y neoliberales para continuar la legalización del robo de nuestras tierras y territorio. Y fíjense quiénes son en este momento los actores del neocolonialismo, ni más ni menos los defensores de las monarquías y oligarquías. Ahí está el español Santiago Abascal del partido Vox de la Monarquía Española (No es una República), quien organizó en ese país en noviembre del 2023 la “Cumbre de Iberosfera”. En esa cumbre estuvo la Vicepresidenta del gobierno de Milei, como también la Vicepresidenta de Ecuador. Kast de Chile no estuvo allí, pero es político de origen alemán disfrazado de chileno que defiende la era de Pinochet que privatizó hasta el agua.

¿Qué dijo Milei?

A la pregunta sobre el litio, Milei respondió: “Bueno, una de las cosas que me pasó es que me llamó Elon Musk. Está sumamente interesado en el litio. Y también está muy interesado el gobierno de Estados Unidos, y muchas empresas de Estados Unidos, pero necesitan un marco jurídico que respete los derechos de propiedad– respondió el Presidente con sonrisa y el pecho inflado.” según la información de Irina Hauser publicada en Página12