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Washington contra Nicarágua

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Por IELA em 30 de setembro de 2016

Washington contra Nicarágua

Foto: kbia.org

A Bruni y Klaus, leales amigos de la Revolución Sandinista
1. Washington: Primera Guerra de Destrucción,1982-90
La primera guerra de destrucción contra la Revolución Sandinista causó 60,000 mil muertos, una hiperinflación del 20,000 por ciento (1989) y un daño económico por 17 mil millones de dólares. El criminal de guerra responsable de este apocalipsis, certificado como tal por la Corte Internacional de Justicia de La Haya (1986), era Ronald Reagan. El 23 de noviembre de 1981, Reagan autorizó clandestinamente 19 millones de dólares (NSDD-17), para que la CIA destruyera al gobierno revolucionario del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Con su agresión, Reagan apenas agregaba un eslabón más a la interminable cadena de crímenes de guerra del Imperio. Once años antes, el Presidente Nixon había ordenado la destrucción del gobierno constitucional de Salvador Allende; después siguió la destrucción de los gobiernos de Afganistán, Irak y Libia, y hoy presenciamos la matanza del régimen de Obama en Siria a fin de destruir el gobierno legal de ese país.
2. El Califato gringo: ISIL en las Repúblicas Bananeras
El principal medio de destrucción usado por Reagan fue una fuerza militar irregular de 22,000 hombres, comparable a los terroristas de Estado del ISIL (Daesh), que la Casa Blanca fundó y está usando en Siria e Irak, para imponer su política del cambio forzoso de gobiernos (regime change) en la región. La magnitud de esta agresión criminal se revela cuando la relacionamos con el tamaño de la población de Estados Unidos (226 mill.) y Nicaragua (3.25 mill.) de aquél momento. Esa fuerza de invasión terrorista yanquí (“contras”) era equivalente a una fuerza bélica de invasión a Estados Unidos, de 1,650 millones de militares. De la misma manera, los 60,000 muertos nicaraguenses equivaldrían a 4,500,000 de muertos en Estados Unidos: múltiples veces más que todos los muertos juntos que Washington sufrió en la Primera y Segunda Guerra Mundial, la Guerra de Corea y de Vietnam. Aún así, ante la resistencia del pueblo y su vanguardia política, el FSLN, esa enorme fuerza militar invasora nunca pudo conquistar ni una sola ciudad. Sin embargo, logró destruir totalmente a la economía; lo que, junto con el apoyo imperial de los sátrapas europeos forzó a la Revolución Sandinista a devolver, en 1990, el gobierno revolucionario a  la oligarquía. El FSLN, no obstante, tuvo la sabiduría  política, de preservar el control del heroico Ejército Sandinista y de la policía sandinista. Sabiduría política que le permitió recuperar el gobierno en el año 2007, por la vía electoral.  
3. La Justicia Internacional condena a Washington
El 27 de junio de 1986, la suprema corte mundial, la Corte Internacional de Justicia (ICJ) de La Haya, condenó las múltiples violaciones al derecho internacional, la Carta de las Naciones Unidas, de la OEA y de múltiples tratados bi- y multilaterales, por parte de Washington; ordenó al gobierno estadounidense reparar  los daños causados a Nicaragua y  parar de inmediato la agresión, en particular: “desistir del uso de la fuerza contra otro Estado, de intervenir en sus asuntos internos, de violar su soberanía y de interrumpir el comercio marítimo civil”. 
Washington reaccionó con su habitual arrogancia imperial: se negó a cualquier pago de indemnización; vetó en el Consejo de Seguridad (ONU) la implementación del veredicto; ignoró las resoluciones de la Asamblea General de la ONU y continuó su criminal  agresión contra Nicaragua. El actor hollywoodense en funciones, Reagan, incluso se dio el lujo de burlarse públicamente del derecho internacional, cuando –en su primera conferencia de prensa después de su reelección (22.2.1985)– declaró abiertamente, que su objetivo era “remover” al gobierno nicaraguense en su “estructura actual”. Recordemos, que por ese crimen (guerra de agresión) fueron ejecutados los criminales de guerra nazis y japoneses.
4. Roosevelt sí, Che Guevara no
Cuando el terrorismo de Estado gringo hizo fracasar la salida revolucionaria del status de República Bananera (J. Kirkpatrick), el FSLN sustituyó a Che Guevara por Franklin Delano Roosevelt. Con su “Modelo de diálogo, alianza y consenso”, estableció alianzas con las principales falanges de la contrarrevolución, el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) y el Cardenal Ovando y Bravo (en 2005). Esas alianzas, conseguidas al precio de profundas concesiones a ambas fuerzas, regresaron el FSLN al poder, en 2007. Desde entonces, con el apoyo de prácticamente todo el empresariado nacional, los sindicatos, Ovando y Bravo; favorecido por el enorme apoyo económico venezolano; una disciplinada política macroeconómica; inversiones externas y acceso al BID y Banco Mundial, el PIB per capita ha crecido alrededor de un 40%. En tales condiciones, la reelección de Daniel Ortega y del FSLN, este 6 de noviembre, estaba asegurado. Ante la imposibilidad de ganar las elecciones, sectores reaccionarios de la clase política nicaraguense fueron a Estados Unidos y pidieron al ala neofascista de la clase política estadounidense, que interviniera para destruir por segunda vez la gobernanza del Frente Sandinista. Su aliado natural lo encontraron en la camarilla anticubana del Congreso.
5. El 2ndo Jihad gringo (2016) y sus jinetes apocalípticos
La Cámara de Representantes del Imperio aprobó este 22 de septiembre el  Nica Act (Nicaraguan Investment Conditionality Act), presentado por la congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen y su colega demócrata, Albio Sires. Considerando, que la iniciativa fue promovida activamente en Estados Unidos por emisarios de la oposición anti-sandinista a partir de julio, 2016, asombra la celeridad del proceso. Más escalofriante aún es el hecho, que todos los republicanos (247) y demócratas (186) de la Cámara Baja votaron unánimemente por la iniciativa criminal. Ahora sólo falta la ratificación del Senado y de Obama, para convertirla en ley. El republicano Ted Cruz ya presentó el Nica Act (7 de septiembre) ante el Senado y prometió que hará todos los esfuerzos necesarios para lograr la aprobación con los cien votos de los legisladores. Considerando la calidad moral de Cruz  —quién calificó a Trump en marzo de “rata” y “mentiroso sociópata”, sólo para ahora convocar públicamente a apoyarlo— y sus colegas, es evidente que la facinerosa ley del regime change forzoso será aprobada pronto. Y, considerando la calidad moral de Obama, no es sorpresa que usó su veto para blindar a la criminal Casa de Saud de la justicia estadounidense (atentado del 9/11), pero que no lo hará para ningún gobierno popular latinoamericano.
6. “Dictadura Orteguista hace peligrar estabilidad económica”
Con este subtítulo presentó el diario pro-imperalista “La Prensa”, firmemente en manos de la dinastía tropical de los Chamorro desde 1926 (ver impreso), la iniciativa imperial de regresar Nicaragua a su “estado natural” de Banana Republic. En palabras de Ros-Lehtinen, la agresión se lee así: “hasta que Nicaragua tenga elecciones libres, justas, transparentes y supervisadas por observadores electorales nacionales e internacionales creíbles…Estados Unidos va a…prevenir el acceso a los fondos internacionales”. Y, a más tardar “120 días después de la fecha de promulgación de esta Ley, el Secretario de Estado…con la comunidad de inteligencia… presentará al Congreso un informe sobre la participación de altos funcionarios del gobierno de Nicaragua, incluyendo a los miembros del Consejo Supremo Electoral, la Asamblea Nacional y el sistema judicial, en actos de corrupción pública o violaciones de los derechos humanos en Nicaragua”.
7. Destrucción económica y contrarrevolución cromática
La medida de estrangulamiento financiero se dirige a bloquear los recursos del Banco Mundial (BM) y Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que desde el año 2007, son las dos fuentes principales de financiamiento público del país. El año pasado, de los 530.7 millones de dólares que Nicaragua recibió en cooperación externa (préstamos y donaciones), más del 50 por ciento fueron desembolsados por el BID y el BM. El artero ataque financiera coincide con una pronta visita del BM para negociar una estrategia de financiamiento y cooperación para el periodo 2018-2022, y con una reducción de los ingresos financieros desde Venezuela, de unos 500 millones de dólares anuales, a cien millones. Los sátrapas canadienses y europeos seguramente secundarán la agresión financiera, de tal manera, que el resultado previsible y deseado de la operación gringa será una fuerte recesión económica en Nicaragua. Junto con el intento de Washington de formar un frente político anti-sandinista que tratará de impedir las elecciones de noviembre, y la violenta campaña propagandística de la derecha, así como inicios de nuevos grupos paramilitares en la costa atlántica, pretenden crear las condiciones para un cambio forzoso de la exitosa gobernanza del FSLN. 
 8. El mundo como República Bananera
Ante la bi-centenaria política de agresión estadounidense a la Patria Grande y su cínico desprecio por el derecho internacional y las relaciones entre Estados soberanos, es evidente que ningún país americano puede vivir en paz y autodeterminación, al lado del imperio. En este sentido, la nueva agresión a Nicaragua evidencia el futuro que producirá la patología  endémica conocida como Doctrina Monroe, en Venezuela, Cuba, Ecuador y Bolivia. La coexistencia pacífica y democrática entre una superpotencia nuclear, que pisotea la ley cuál way of life, y las naciones de la Patria Grande, es y será siempre una quimera de la clase política burguesa criolla y de sus intelectuales Pokémon Go. Una quimera clasista que usan para su política de appeasement con el Leviathan y para engañarles a los pueblos.
Para la clase política de Washington, la sociedad global no es más que una gigantesca república bananera, en la cual tiene el imperialismo occidental tiene el derecho de poner y quitar gobiernos a su antojo: desde Ucrania a Hong Kong, desde Siria a Chile, Honduras, Brasil y Nicaragua. Lo único que Washington respeta es la fuerza bélica nuclear de un Estado. Y, gracias al Tratado de Tlatelolco (1969), ningún país latinoamericano tiene armas nucleares y, por lo tanto, no trasciende el status de República Bananera para Washington.
9. Las pendejadas de la Revolución bonita
Esa verdad empírica es auto-evidente, salvo para la fauna cortesana de centroizquierda latinoamericana. Por ejemplo, el mega-labioso canciller franco-británico del Ecuador, Guillaume Long  —interesante outsourcing político del Presidente Correa que genera dos preguntas: ¿Por qué una nación indígena-mestiza requiere de un canciller europeo? Y, ¿Entre 17 millones de ecuatorianos no habrá nadie capaz de ser canciller?—  comentó las derrotas de la izquierda latinoamericana en los últimos tiempos, de la siguiente manera. “Siempre supimos que ganar significa en algún momento perder. Es la democracia”. ¿Entenderá Monsieur Guillaume que todas las democracias clasistas  –y no hay otras– están configuradas como los casinos? Es decir, configuradas de tal modo que la esperanza matemática siempre sea negativa para el jugador y positiva para los dueños del casino? Nunca se ha enterado de que la democracia clasista no es un juego equitativo, como su absurda y superficial afirmación implica? Nunca leyó el aforismo de Albert Einstein, de que la única manera segura de ganar dinero en un casino es asaltarlo con una pistola, aforismo absolutamente aplicable a la ciencia política de la democracia clasista?
10. ¿Qué hacer en Nicaragua?
Ante la nueva Guerra de Destrucción iniciada contra el FSLN existe una sola estrategia de defensa para el gobierno: no cambiar las elecciones de noviembre y, después de ganarlas, neutralizar la política de desestabilización que inevitablemente vendrá. Lo positivo es, que el FSLN tiene posiblemente un recurso estratégico a su disposición que podrá darle la victoria en esta segunda agresión estadounidense. Develaremos este recurso en la siguiente entrega.        

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