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Lucha Contra el Narcotrafico: Una Estrategia Militar para Consolidar el Status Quo de los Poderosos

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Por IELA em 02 de julho de 2008

Lucha Contra el  Narcotrafico: Una Estrategia Militar para Consolidar el Status Quo de los Poderosos Una hipótesis a propósito de la regionalización del Plan Colombia.
 
Por Carlos Martínez Becerra – Phd en relaciones económicas internacionales- U de Paris.
 
1-Cambio en la función de las fuerzas armadas en América Latina.
 
En nombre de la eficiencia se ha producido un cambio progresivo de la función de las fuerzas armadas latinoamericanas. La seguridad nacional como función constitucional ha sido transformada en  seguridad pública, en medio de un esquema creciente de privatización, como la llamada seguridad democrática de Colombia, práctica que también se ha extendido en México con la denominada ¨colombianización ¨ en el ámbito de la  Alianza para la seguridad y prosperidad de América del norte, ASPAN, con el supuesto de asociar seguridad y prosperidad.
Las empresas militares privadas/1/ han participado con los denominados eufemísticamente contratistas en numerosas operaciones como la aspersión aérea para combatir la producción de coca y también en localización de laboratorios de procesamiento de la coca, pero alternativamente también participan en operaciones tipo comando para operaciones contrainsurgentes, en coordinación con paramilitares locales, que es la expresión más clara de formación de ejércitos privados que generalmente hacen la guerra sucia en este proceso aparentemente caótico.
 
Para el caso Colombiano, el plan Colombia se ha complementado con la Iniciativa Mérida, facilitando vínculos efectistas entre Plan Colombia y el Plan Puebla Panamá. El primero tiene como plataforma al territorio Colombiano, con radio de acción inmediata a Ecuador, Venezuela, Brasil, Perú y Panamá en la frontera terrestre y Centroamérica y el caribe insular en la frontera marítima, mientras que el segundo fue iniciativa de México y tiene como radio de acción a Centroamérica y el Caribe insular.  En ambos casos se ha vinculado a las Fuerzas armadas y de policía a combatir el narcotráfico, con asesoría de los cuerpos de seguridad de Estados Unidos. En el caso del Plan Colombia ese soporte se ha complementado con la asistencia técnica Israelita.
Esta combinación de formas de lucha contra el narcotráfico ha llevado en las últimas semanas a la aplicación de la doctrina de guerra preventiva practicada por Estados Unidos en otras latitudes, mediante el ataque de las fuerzas armadas de Colombia a la insurgencia Colombiana en territorio Ecuatoriano, violando el derecho internacional público, con el mismo argumento para justificar las intervenciones que Estados Unidos e Israel realizan en otros escenarios, es decir una supuesta legítima defensa.
A la privatización, se agrega las desnacionalización de la seguridad, por cuanto la agenda de seguridad es manejada y determinada por Estados Unidos  como un signo de la comunidad de intereses entre capital local y el capital Estadounidense/1/
Esta tendencia se enmarca dentro del espíritu de la macromilitarización de la macroeconomía internacional y la microparamilitarización de las economías nacionales/2/.
En Colombia hay un contingente de 600000 hombres y mujeres en las compañías de seguridad privada, aparte de las fuerzas militares irregulares de los paramilitares, con lo cual se conforma un formidable cuerpo de seguridad privada que hacen parte de la estrategia de empresas militares privadas que colaboran con las fueras militares regulares que en Colombia llega a la fabulosa cifra de 430000 hombres y mujeres. De esta manera Colombia es superada en América Latina sólo por Brasil en número de efectivos, pero Brasil tiene una población que la supera en 4 veces y un territorio continental que la supera en 7 veces. Brasil ha tenido el cuidado de dejar a la Policía federal la lucha contra el narcotráfico y evitar que su ejército se contamine en esa articulación/3/
 
2- Procesos de militarización de fronteras.
 
La dinámica de seguridad nacional de Estados Unidos, activada y fortalecida después del 11 de septiembre, ha conducido a un proceso creciente de militarización de fronteras, especialmente entre México y USA, México y Centroamérica y  entre Colombia y Venezuela y Colombia y Ecuador. En el ámbito de responsabilidades establecidas en ésta estrategia regional  México y Colombia están cumpliendo el papel de coordinadores locales de la política antidrogas de USA, como líderes del Plan Puebla Panamá y Plan Colombia, respectivamente.
 
Este proceso de militarización de fronteras contribuye también a perfilar la política migratoria de América Latina hacia Estados Unidos. México se ha convertido en país frontera y es posible que Colombia pueda cumplir ese papel en territorio suramericano. México y Colombia serían algo así como escudos humanos en la aplicación de la seguridad continental, dentro de la lucha ritual contra el terrorismo, como metamorfosis de la lucha antidrogas.
 
3-Participación ciudadana
 
La participación ciudadana se reduce al de la denuncia para lograr recompensas. De ésta manera la ciudadanía cumple un papel de colaborador en el ámbito de la declarada guerra al narcotráfico, es decir del método represivo privilegiado e  impuesto por USA a la región. Se mercantiliza la seguridad, se crea el mercado más próspero de servicios en el continente y se contamina al ciudadano.
Es evidente que en éste proceso de incorporar la guerra como negocio/1/, la guerra electrónica se ha convertido en la fase superior de la militarización de1a la vida económica y social de Colombia con graves implicaciones para la democracia local, que puede irradiarse con la misma lógica a los países vecinos.
 
4- Gastos públicos para la prevención.
 
La incorporación ciudadana en términos de educación para la prevención del consumo de psicotrópicos o de la rehabilitación para los consumidores, no hace parte de las prioridades en la agenda de gastos de los gobiernos. No es comparable el recurso dedicado a la vía represiva ineficiente con los recursos dedicados a la vía preventiva que en territorio USA ha demostrado ser eficiente en términos relativos. Pero tampoco hace parte de las prioridades mediáticas, tal vez porque evitar el consumo no es rentable, como evitar el tráfico de psicotrópicos.
 
5-Medios de comunicación y espíritu belicista.
 
Los medios de comunicación cumplen una labor complementaria del método
represivo, al dedicarse a programas de divertimiento en vez de contribuir con espacios de educación para la prevención y  rehabilitación de los consumidores de psicotrópicos.
La narcoeconomía estructurada por la demanda, se está imponiendo sin conciencia social. Al punto de cambiar la correlación de fuerzas en la lucha por la hegemonía en el poder en el ámbito económico, político y militar lamentablemente con aceptación ciudadana inducida. La narcoeconomía  empezó su posicionamiento en el sector rural, luego se posiciona en el ámbito urbano y finalmente en el campo de la bolsa de valores. Esta metamorfosis le ha permitido a la clase emergente legalizar sus activos, aparecer como empresarios y finalmente como líderes políticos, que apelan a la desinstitucionalización para refundar al país en su beneficio y el de sus aliados externos.
La contranarcoeconomía no logra resistir la competencia y al contrario ha decidido sumarse a esa dinámica en nombre del pragmatismo, pero también como una forma de resolver contradicciones entre poderes económicos tradicionales debilitados y  los poderes emergentes fortalecidos en medio de esta estrategia de guerra al narcotráfico.
Se produce una alianza entre clase emergente y clase tradicional, con dominio de la primera en términos militares y en términos económicos. En la aceptación inducida de la opinión pública se suman recursos de emergentes y tradicionales especialmente en el ámbito mediático.
Podría afirmarse que los tradicionales aportan los medios de comunicación altamente concentrados y el apoyo de Estados Unidos y los emergentes aportan la fuerza militar y los recursos económicos crecientes. Los emergentes tienen ventaja al resolver temporalmente en su favor las contradicciones por la hegemonía en el poder con los tradicionales, pero el método aplicado es tan ilegítimo que pueden perder la opción de perpetuarse en el poder.
Por el método aplicado, el resultado ha sido la aparición de modos diversos de corrupción de la cohesión social y de la política, en medio de una dictadura mediática, que construye consensos y pensamiento único en medio de una polarización entre el pueblo Colombiano, y además se ha pretendido invisibilizar  la oposición legal y civilista de este país, en nombre de la ritual lucha contra el terrorismo.
 
6-La violencia cruel ejercida contra la población armada e inerme en este conflicto programático logra allanar caminos para los procesos de globalización/Norteamericanización en la región/4/. Los más afectados por la violencia del desplazamiento forzado son mujeres, niños, negros e indígenas, que en el caso Colombiano ha llevado a la tragedia humanitaria a cerca de 4 millones de personas en condiciones de precarización y de pobreza en los últimos 15 años/5/.  La tragedia se acentúa si a su vez, como lo han demostrado estudios realizados, sólo el 17 % de esa población maltratada sabe que tiene derecho a la reparación/6/.
 
7-El método narco para el ejercicio del poder criminal es móvil y flexible.
 
Lo cual les permite contaminar las fuerzas armadas para diluir la efectividad del método represivo para evitar el tráfico de drogas de uso ilícito. Mientras tanto el componente de demanda de psicotrópicos no se altera lo suficiente como para eliminarlo como factor dinamizador del mercado mundial de estupefacientes. El carácter ilegal del comercio de cocaína, por ejemplo, es generadora fundamental de su rentabilidad y de las exorbitantes ganancias vinculadas al circuito de la economía formal de manea acelerada, por cuanto las reformas en la arquitectura institucional así lo permiten. Podría afirmarse que la crisis de sobreacumulación derivada ha creado una cadena de delitos que ha desvertebrardo la institicionalidad y modificado el mapa del poder en Colombia.
 
 
 
 
8-Hay una combinación de formas de lucha en el método de represión.
 
Las intervenciones de militares de carácter privado y público se han complementado con mecanismos de divertimiento en la opinión y con la ausencia ciudadana como sujetos mediáticos en términos de la disminución real del consumo de psicotrópicos. Este proceso ha sido legitimado por muchos niveles de mediatización, procurando la aprobación de diversos sectores del pueblo Colombiano en lo local y del pueblo estadounidense en lo global y también de la opinión de sus aliados temporales.
Mientras tanto, en el ámbito estrictamente militar, las masacres como método las conducen las fuerzas armadas ilegales en una primera fase, para debilitar y desplazar la población civil y en una segunda fase ese método es aplicado a las fuerzas insurgentes, para completar el ciclo de exterminio como método general de guerra para resolver los obstáculos a la acumulación local e internacional.
 
9-En términos de la política exterior como geopolítica, en la lucha contra el narcotráfico USA privilegia una política de represión a la producción y comercialización hacia fuera y de prevención y rehabilitación a los consumidores de su país hacia adentro. De otra forma sus posibilidades de injerencia e intervención no tendrían lugar.
 
10-Las alianzas diabólicas y la militarización del gasto público.
 
Se ha producido una alianza diabólica entre delincuencia del narcotráfico  posicionada en el poder político en Colombia, las fuerzas armadas contaminadas y las fuerzas combinadas de seguridad nacional de USA que actúan en territorio Colombiano bajo la sombrilla del Plan Colombia.
El pié de fuerza en Colombia pasó de 250000 hombres y mujeres en 2002 a 430000 hombres y mujeres en 2008, lo que se ha traducido en una cifra alarmante, pues Colombia dedica en 2008 cerca del 6.5% del PIB a la guerra, cifra que comparada con la de Estados Unidos, de cerca del 4% del PIB, es preocupante para la estabilidad regional/7/ La razón es que en esta etapa del ¨fin del fin¨ de la guerra de exterminio proclamada por el gobierno Colombiano el esfuerzo empresarial nacional y extranjero y del estado se justifica porque supuestamente se está atacando el terrorismo. El incremento del pié de fuerza es del 72% en dicho período.
El gobierno Colombiano al no reconocer el estado de conflicto, tampoco se obliga a explicar las causas sociales y políticas del conflicto. El grave problema para Colombia es que los caídos en esta guerra cruel son Colombianos.
 
11- Estado Unidos interviene bajo la consigna mediática de su seguridad nacional.
 
Consigna que a su vez ha sido adoptada por Colombia para intervenir fuera de sus fronteras, en este caso para luchar contra la insurgencia, completándose así el círculo de alianzas entre la estrategia USA de ocupar recursos estratégicos de la región a cambio de trato especial al narcotráfico en el poder que cumple ese papel de contención de alternativas de gobierno de origen popular/de izquierda en América Latina. De esta manera Estados Unidos se asegura materias primas mineras como el petróleo y un espacio agrario limpiado para inversiones masivas en agricultura industrial, especialmente relacionada con biocombustibles.
La intervención delegada a Colombia fuera de sus fronteras se hace precisamente en países vecinos que tienen gobiernos de izquierda y que son anti-imperialistas, con el argumento de la legítima defensa, tesis que ha sido practicada por Israel en su prolongado conflicto en el medio Oriente. Estados Unidos interviene con aliados en los que no confía, pero que sirven a sus intereses estratégicos en la región, específicamente sus intereses en petróleo y demás recursos energéticos renovables y no renovables.
 
12- El accionar militar en el conflicto Colombiano se desarrolla combinando tareas.
 
Las fuerzas armadas combaten la guerrilla, los paramilitares conducen el desplazamiento forzado de la población civil para limpiar territorio y debilitar los movimientos sociales que pudieran advertir y oponerse a esa estrategia, y la inteligencia como recurso estratégico de la guerra electrónica, la conducen las fuerzas combinadas de información de Estados Unidos. Las operaciones tipo comando están asistidas por Israel tanto para las fuerzas armadas regulares como las fuerzas armadas irregulares con sofisticados medios de interceptación y bloqueo de comunicaciones y de localización diurna y nocturna.
Habría que pensar si el accionar de las fuerzas insurgentes  ha facilitado ésta forma de intervención extranjera en Colombia, no sólo en el ámbito militar sino en su forma de financiamiento que también ha podido contaminarlos y desviarlos de sus principios políticos originarios. Sus movimientos en zonas de fronteras han servido de pretexto para que Colombia asuma el papel que Israel cumple en el medio Oriente, al intentar minar los procesos de integración regional, en nombre de la aceptación consensuada por el miedo y por los medios en desarrollo de la lucha antiterrorista coordinada por Estados Unidos como su ritual estrategia global de militarización de las relaciones exteriores de dicho país, como la nueva geopolítica para intervenir en Suramérica y en otros lugares del mundo.
 
13. Los conflictos fronterizos permanentes en medio oriente: otro laboratorio de guerra preventiva.
 
Ha sido una práctica en el medio oriente. En efecto, las incursiones de las fuerzas armadas turcas en persecución de los Kurdos del PKK en territorio Iraquí, así lo demuestran. Allí también Estados Unidos practica su belicismo experimental de manera directa o indirecta y organiza combinación de formas de lucha contra los movimientos insurgentes, con el tráfico de drogas, que puede inducir la corrupción a su interior, lo cual se ha traducido en formas eficientes de debilitamiento político ante su población. Este instrumento ha configurado una guerra asimétrica contra un imperialismo psico-rígido. En éste método de guerra preventiva, incorporar un poco de uranio en el escenario, ha contribuido sin duda a crear sentimientos colectivos de inseguridad y a generar consensos de rechazo colectivo a la insurgencia entre la población.
 
Los conflictos limitados permanentes que florecieron después de terminación de la guerra fría/8/, han servido de base para la creación del método del belicismo experimental de Estados Unidos, utilizando los recursos locales/nacionales para articularlos a sus estrategias de intervención consentidas por los actores aliados temporales o debilitados y coptables del conflicto local, como en el caso Colombiano. Se produce así un fenómeno sui generis: la nacionalización del conflicto, relacionados con delitos internacionales, para evitar hacer evidente la intervención extranjera que sería más onerosa en términos presupuestales y políticos y de pérdidas humanas para sus nacionales. Las víctimas de la intervención serán los nacionales que están al frente del conflicto. Es la nacionalización de las formas de intervención de nuevo tipo, que no serían posibles sin apoyo y traición a los intereses y soberanía nacional de una de las partes contendientes del conflicto interno. Además es evidente que el costo de una intervención de Estados Unidos en Irak que supera 140 mil millones de dólares al año es inferior al gasta en el Plan Colombia de cerca de 3.5 millones por año. Es una detestable intervención muy barata para Estados Unidos. Podría afirmarse que Colombia está secuestrada por la dinámica geopolítica impuesta por Estados Unidos, en términos económicos con el compromiso del TLC, ahora categorizado como un problema de su Seguridad Nacional y en términos militares por el manejo desnacionalizado de la agenda de seguridad de Colombia.
 
La lucha contra el narcotráfico sirve entonces para la implementación de formas de intervención consentidas, al crear una especie de administración delegada de la intervención extranjera en nacionales, para procurar más eficiencia en gastos y en conocimiento del territorio,  profundizar e inducir el caos en los conflictos locales y regionales.
 
14- Se destruyen los estados sin conquistarlos.
 
Al fortalecer la privatización de la seguridad, mediante la explosión de empresas militares de seguridad privada alimentadas por exmilitares y por desmovilizados de las fuerzas armadas irregulares y con el cambio estructural de las funciones de las fuerzas armadas y el amplio apoyo de opinión instrumentalizada por los medios, el estado neocorporativista da vía libre al proceso de privatización de los recursos estratégicos asociados con la energía, en particular con el petróleo. En Colombia se ha fortalecido un proceso de privatización de la empresa estatal petrolera utilizando la bolsa de valores como mecanismo para venta de acciones, como camino que fortalece las Corporaciones trasnacionales de energía.
 
Los países que se han mencionado como ejemplo del belicismo experimental de Estados Unidos en medio de la guerra al narcotráfico y al terrorismo como Israel, Turquía y Colombia, son a su vez los receptores más importantes de asistencia militar de ese país  y cumplen labores estratégicas para la denominada aplicación de la guerra preventiva en el mundo. La profundización de las actividades de violencia para eliminar obstáculos a la globalización excluyente, está en relación directa con el grado de dificultad en la implantación del modelo de acumulación a nivel internacional.
 
No se necesita ser de izquierda para advertir ese futuro destructor. Sin embargo esta estrategia no será para siempre, porque está precipitando un desorden general que Estados Unidos no podrá controlar.
Referencias Bibliográficas
1-      Rolf Uesseler. La Guerra como negocio. Cómo las empresas militares privadas destruyen la democracia. Belacqva. Barcelona,2007.
2-      Joxe, Alain. Macromilitarización de la Economía global y microparamilitarización de la economía nacional. Unibiblos. Bogotá 2004
3-      La política de defensa Brasileña. Fes Colombia. Policy paper, No 10. Bogotá Septiembre de 2006.
4-      Chomsky, Noam. El orden emergente mundial. Unibiblos, Bogotá 2002.
5-      Codhes. Bogotá. 2008.Varias entregas
6-      Garay Luis Jorge. Estudio sobre desplazamiento.CID-UN. Bogotá 2007
7-      Isaza José Fernando, Campos Diógenes. Algunas consideraciones cuantitativas sobre la evolución reciente del conflicto Colombiano. Bogotá 2007
8-      Joxe Alaín. Le cycle de la dissuasion/1945-1990/. La decouverte, Fondation pour les études de défense Nationale. Paris 1990.
9-      Superintendencia de seguridad. Varios informes .Bogotá, 2008
 

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